Tengo miedo a las mariposas, pero no a todo tipo de mariposas, si no a las que sientes en el estomago; tengo miedo al brillo en los ojos, a las risas tontas, a los tocamientos de pelo innecesarios, a las sonrisas sin venir a cuento, a las miradas, a los te quiero... Tengo miedo a enamorarme, y no me importa decirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario